yates de motor/ cruceros

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Los yates de motor probablemente sean la mejor opción si se desea disfrutar de un agradable crucero, gracias a su capacidad de navegar en grandes cuerpos de agua y sus confortables espacios que garantizan llevarlo a su destino rodeado de refinamiento. La mayoría de los yates de motor miden más de 40’ de longitud, aunque la selecta categoría superyate incrementa dicha longitud hasta más de 100’. Debajo de las cubiertas, los yates de motor cuentan con cómodos camarotes que ofrecen alojamiento y camas para múltiples pasajeros, espaciosos compartimentos con duchas e inodoros, cocinetas completas con estufas y refrigeradores, y electricidad para alimentar el aire acondicionado y los demás aparatos. El capitán del bote suele contar con una opción de dos puentes de gobierno, el timón en cabina o un puente alto (un área abierta en la parte superior de la embarcación). En los yates más grandes suele ser necesario contar con un capitán y tripulación para satisfacer todas las necesidades del propietario.

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… las actividades más entretenidas.

Emprender cruceros por el océano, visitar islas, navegar los Grandes Lagos… prácticamente no hay destino al que no pueda llegar un yate de motor de tamaño grande. Gracias a su autonomía y todos los servicios de una casa de lujo, sus afortunados pasajeros descansarán y se relajarán de manera inigualable… Vaya magnífica forma de aprovechar un fin de semana, las vacaciones o incluso la jubilación. Varias cadenas de distribución de botes organizan cruceros en grupo a los destinos más populares. Los yates de motor también son un lugar idóneo para entretener a clientes o huéspedes.

… el motor ideal para tu bote.

Los motores intraborda colocan el motor dentro de la base del bote, o el casco, y sólo quedan sumergidas una parte del eje de transmisión (la barra que conecta el motor con la hélice) y la hélice, por debajo del casco: algo que suele ser favorable en agua salada. La conducción se realiza a través de un timón móvil, situado a popa de las palas de la hélice.

Los propulsores azimutales son una variación del motor intraborda convencional, estos propulsores sustituyen el eje de transmisión y la hélice tradicionales por un propulsor en un contenedor (pod), situado directamente debajo del motor, en la parte inferior del casco, que integra la transmisión, el motor fuera de borda y la hélice en una sola unidad. En botes que miden más de 40’ de longitud suelen instalarse dos, y a veces hasta tres o cuatro propulsores pod. Ya que pueden moverse independientemente, la fuerza propulsora puede ser aplicada, prácticamente, hacia cualquier dirección, dando como resultado una maniobrabilidad inigualable.

Estas embarcaciones —grandes botes equipados con potentes motores individuales o gemelos— son ideales para navegar océanos, recorrer grandes ríos o los Grandes Lagos.